Los trabajadores de la salud y los residentes están pidiendo al gobernador Gary Herbert cerrar todas las plantas empacadoras de carne de Utah.
Reunidos la mañana jueves afuera del Capitolio del estado de Utah los manifestantes muestran su apoyo a la carta enviada al gobernador por parte del Comité Médico de Medicina Responsable, una organización sin fines de lucro, donde se pide que cierre todas las plantas empacadoras de carne en el estado.
"Los informes de muertes de trabajadores de plantas por COVID-19 continúan creciendo en todo Estados Unidos con infecciones acumuladas", señaló el Dr. Niki Nielsen. "Mantener abiertas las plantas de carne de Utah continuará perjudicando la salud de los trabajadores, la comunidad circundante y los consumidores".
Más de 38,000 trabajadores de plantas de carne se han infectado con COVID-19, y al menos 170 han muerto. La cercanía con la que los trabajadores tiene que realizar sus labores permite que los virus se propagan fácilmente, señalan.
El consumo de carne aumenta el riesgo de muchas de las afecciones médicas subyacentes (diabetes, hipertensión, obesidad y enfermedad pulmonar obstructiva crónica) que pueden hacer que las infecciones por COVID-19 se agraven derivando en muchos casos en muerte.
Un estudio reciente encontró que el consumo regular de carne procesada, carne roja o aves de corral aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular. La investigación también vincula la carne roja, las aves y el pescado a un mayor riesgo de diabetes.
