SALT LAKE CITY, UTAH- El gobernador Spencer J. Cox y el vicegobernador Deidre Henderson revelaron detalles del presupuesto para el año fiscal 2023.
Su propuesta destaca inversiones históricas en educación e infraestructura de viviendas; al mismo tiempo proporcionaría $ 160 millones en exención fiscal a los habitantes de Utah a través de un crédito fiscal para comestibles.
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“Basado en nuestra en One Utah, este es un presupuesto que refleja nuestros valores conservadores al invertir en nuestra gente, expandir las oportunidades de educación y apoyar a las familias”, dijo el gobernador Cox. “Este es un presupuesto que mejora el gobierno estatal y construye infraestructura que durará décadas. Este es un presupuesto que funciona para Utah hoy y mañana”.
Los fondos de estímulo federal junto con una economía robusta están aportando $ 1,160 millones adicionales al presupuesto del fondo general estatal y del fondo de educación en curso, con otros $ 1,87 mil millones de fondos únicos disponibles para el fondo general y la educación.
Si bien el 40% de estos fondos están destinados a la educación, los servicios sociales y los fondos de reserva, el gobernador Cox apoyaría la realización de inversiones generacionales para beneficiar a los futuros habitantes de Utah y, al mismo tiempo, brinda exención fiscal a los residentes.
Según un análisis de la Oficina de Planificación y Presupuesto del Gobernador, un crédito fiscal para comestibles devolvería más dinero a los hogares de ingresos bajos y medianos, que recortar el impuesto a los alimentos.
Por ejemplo, reducir el impuesto a los alimentos daría como resultado un beneficio de $ 185 para un hogar biparental con seis hijos, mientras que el crédito fiscal propuesto para los comestibles proporcionaría un beneficio de $ 400.
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Para un padre soltero con dos hijos que gana $ 20,000 al año, reducir la tasa del impuesto a los alimentos le daría a esa familia $ 85 adicionales, mientras que el crédito fiscal para comestibles proporcionaría un beneficio de $ 240.
El gobernador Cox también respalda importantes inversiones en planificación e infraestructura del agua luego de las terribles condiciones de sequía que Utah ha experimentado durante el año pasado.
En un anfiteatro en la isla Antelope, el gobernador Cox destacó los desafíos que enfrenta el Gran Lago Salado y su importancia para el ecosistema del estado. Su presupuesto proponía una inversión de $ 45 millones además de los $ 5 millones ya invertidos por la Legislatura para preservar el Gran Lago Salado.
El gobernador también propuso $ 600,000 para actualizar el plan de manejo del lago, que dedicaría un total de $ 51 millones para protegerlo.
Cox también propuso varias medidas destinadas a administrar el crecimiento, incluidos $ 100 millones para desarrollar viviendas asequibles, $ 128 millones para viviendas destinadas a las personas sin hogar y esfuerzos para mejorar la calidad del aire, incluidos proyectos de transporte, estaciones de carga de vehículos eléctricos y estaciones ampliadas de monitoreo de la calidad del aire.
Para la educación, el gobernador Cox presentó una inversión histórica de $ 976 millones, con $ 556 millones destinados a escuelas K-12 y $ 420 millones canalizados a la educación superior. Estas medidas tienen como objetivo mejorar los resultados para los estudiantes en riesgo, eliminar las cuotas escolares K-12, agregar recursos de salud mental en los campus universitarios y ampliar las oportunidades para que los trabajadores adultos se vuelvan a capacitar y mejoren sus habilidades.
