JERUSALÉN — Las fuerzas de seguridad de Israel persiguieron y abatieron en la madrugada del viernes a un hombre palestino sospechado de abrir fuego en un bar atestado en Tel Aviv, matando a dos personas e hiriendo a otras 10 en un ataque que causó escenas de pánico en el centro de la ciudad.
Fue el cuarto ataque letal perpetrado por palestinos en Israel en tres semanas y se produjo en un momento de gran tensión por el inicio del ramadán, el mes sagrado del islam.
Está previsto que miles de palestinos de Cisjordania entren a Jerusalén para el rezo del primer viernes de ramadán en la mezquita de Al-Aqsa.
EL ATAQUE OCURRIÓ EN UN BAR DE TEL AVIV
El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, se reunió con altos funcionarios de seguridad y anunció que el principal cruce del norte de Cisjordania, cerca de la localidad natal del agresor, se cerrará de forma indefinida.
“Todo asesino sabrá que llegaremos a él y cualquiera que ayude a los terroristas debe saber que el precio que pagará será insoportable”, dijo Bennett en un comunicado.
Israel siguió adelante con los planes para permitir el acceso de mujeres, niños y ancianos palestinos a Jerusalén para rezar. Las protestas y enfrentamientos registrados en la ciudad santa durante el ramadán del año pasado derivaron en una guerra de 11 días en Gaza.
El incidente del jueves se produjo en un concurrido bar en la calle Dizengoff, en el centro de la ciudad, que ya fue escenario de otros atentados en el pasado. El jueves por la noche es el inicio del fin de semana israelí, y los bares y restaurantes de la zona estaban llenos de gente.
En videos publicados en redes sociales podía verse a docenas de personas corriendo aterradas por las calles mientras la policía buscaba al agresor y pedía a la gente que no saliese al exterior.
A primera hora del viernes, las autoridades anunciaron que encontraron al agresor escondido cerca de una mezquita en Jaffa, un vecindario árabe en el sur de Tel Aviv, y lo mataron en un tiroteo.
El Shin Bet, el servicio de seguridad interna, identificó al agresor como Raad Hazem, un palestino de 28 años de Yenín, en la Cisjordania ocupada. Dijo que no pertenecía a ningún grupo insurgente ni tenía antecedentes. Entró a Israel de forma ilegal sin permiso, apuntó.
El campo de refugiados de Yenín fue el escenario de una de las batallas más sangrientas de la segunda intifada, o revuelta, palestina. En abril de 2002, las fuerzas israelíes se enfrentaron a insurgentes palestinos en el campo durante tres semanas. De acuerdo con Naciones Unidas, murieron 23 soldados israelíes y al menos 52 palestinos, entre los que había civiles.
Las fuerzas israelíes que operan dentro y alrededor de la ciudad y del campo suelen ser atacadas. La Autoridad Palestina, que administra partes de la Cisjordania ocupada y se coordina con Israel en asuntos de seguridad, parece tener poco control sobre la zona.
Con el incidente del jueves, 13 israelíes han sido asesinados en las últimas semanas en una de las peores olas de violencia en años.
El grupo insurgente Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, elogió la última agresión pero no reclamó su autoría.
Los ataques son un desafío para las autoridades israelíes. Todos los agresores parecen haber actuado solos o con un apoyo mínimo de una pequeña célula. Se cree que tres de ellos se alineaban con el grupo extremista ISIS. Pero no parece que grupos insurgentes hayan formado a los atacantes ni organizado sus acciones.
Para evitar una repetición de la guerra del año pasado, líderes israelíes, jordanos y palestinos han celebrado reuniones en las últimas semanas para discutir vías para mantener la calma.
Israel ha contribuido con una serie de medidas, como la emisión de miles de permisos de trabajo adicionales para palestinos de Gaza. Pero los atentados han hecho que aumenten los pedidos para una represión más dura.
Israel capturó el este de Jerusalén, Cisjordania y Gaza — territorios que los palestinos quieren para su futuro estado —en la Guerra de los Seis Días de 1967. Las últimas conversaciones de paz sustanciales fracasaron hace más de una década, y Bennet se opone a la creación de un estado para los palestinos, aunque respalda medidas para mejorar su economía y calidad de vida.
Israel se anexionó Jerusalén Este, un movimiento no reconocido por la comunidad internacional. En Cisjordania, está construyendo y ampliando constantemente los asentamientos judíos, considerados ilegales por gran parte del mundo.
Israel se retiró de Gaza en 2005 y el grupo insurgente palestino Hamas tomó el poder allí dos años después. Desde entonces, las fuerzas israelíes y Hamas han librado cuatro guerras, e Israel y Egipto impusieron un bloqueo sobre el territorio, en el que viven más de dos millones de palestinos.