Científicos noruegos y rusos examinaron el lunes los restos de un submarino de guerra soviético que se hundió hace más de 30 años, y que todavía contiene dos torpedos con ojivas nucleares.
Fabricado en 1984, el sumergible K-278 “Komsomolets” se hundió en el mar de Barents en abril de 1989 tras desatarse un incendio en su interior. De los 64 marinos a bordo, 41 miembros de la tripulación fallecieron durante el incidente.
Los expertos están monitoreando el nivel de contaminación nuclear que podría estar escapando del reactor nuclear del submarino, o de una de las dos ojivas nucleares con las que está equipado.
Esta es la primera vez que los científicos vuelven a explorar los restos del submarino soviético en los últimos 12 años.