SALT LAKE CITY - Activistas a favor de las personas transgénero han inundado una línea de información de Utah creada para alertar a los funcionarios estatales sobre posibles violaciones de una nueva ley de baños con miles de informes falsos.
Esto, en un esfuerzo por proteger a los residentes transgénero y sus aliados de cualquier queja legítima que pueda conducir a una investigación.
La situación ha llevado al funcionario estatal encargado por la ley de gestionar la línea de información, el auditor de Utah, John Dougall, a lamentarse de haberse quedado atrapado en la engorrosa tarea de filtrar quejas falsas y al mismo tiempo enfrentar una reacción violenta por hacer cumplir una legislación en la que no participó.
"Ningún auditor se dedica a realizar auditorías para poder vigilar los baños", dijo Dougall el martes. "Creo que había maneras mucho mejores para que la Legislatura abordara sus preocupaciones, en lugar de este enfoque torpe", expresó.
En la semana desde su lanzamiento, la herramienta de información en línea ya recibió más de 10,000 informes, ninguno de los cuales parece legítimo, afirmó. El formulario pide a las personas que denuncien a los empleados de las escuelas públicas que, a sabiendas, permiten que alguien use una instalación designada para el sexo opuesto.
Los residentes y visitantes de Utah están obligados por ley a utilizar baños y vestuarios en edificios de propiedad gubernamental que correspondan con su sexo de nacimiento. A partir del miércoles pasado, las escuelas y agencias que no apliquen las nuevas restricciones pueden recibir una multa de hasta $10,000 por día por cada infracción.
Aunque sus esfuerzos de promoción no lograron impedir que los legisladores republicanos en muchos estados aprobaran restricciones para las personas transgénero, la comunidad ha tenido éxito al interferir con los planes de aplicación, a menudo mal concebidos, adjuntos a esas leyes.
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A las pocas horas de su publicación el miércoles por la noche, activistas y miembros de la comunidad transgénero de todo Estados Unidos ya habían difundido ampliamente la línea de información de Utah en las redes sociales. Muchos compartieron el "spam" que habían enviado y animaron a otros a seguir su ejemplo.
Sus esfuerzos marcan el último intento de los defensores de cerrar o inutilizar una línea de información del gobierno que, según ellos, siembra división al alentar a los residentes a delatarse unos a otros. Portales similares en al menos otros cinco estados también se han visto inundados de informes falsos, lo que llevó a los funcionarios estatales a cerrar algunos.
En Virginia, Indiana, Arizona y Louisiana, los activistas inundaron las líneas de información creadas para presentar quejas sobre maestros, bibliotecarios y administradores escolares que pudieron haber hablado con los estudiantes sobre raza, identidades LGBTQ+ u otros temas que los legisladores consideraban inapropiados para los niños. La línea de información de Virginia fue eliminada al cabo de un año, al igual que una introducida en Missouri para informar sobre clínicas de atención médica que afirmaban el género.
Erin Reed, una destacada activista transgénero e investigadora legislativa, dijo que existe un entendimiento colectivo en su comunidad de que presentar estos informes falsos es una forma efectiva de protestar contra la ley. Afirmó que también funciona para proteger a las personas transgénero que podrían ser atacadas.
"Habrá personas transgénero que van a los baños y que potencialmente serán denunciadas mediante este tipo de formularios, por lo que la comunidad está asumiendo un papel protector", indicó Reed. "Si se ingresan 4,000, 5,000, 6,000 formularios de respuestas, será mucho más difícil para la oficina del auditor examinar cada una de ellas y encontrar a la única persona transgénero legítima que fue sorprendida usando el baño", opinó.
La oficina del auditor se ha encontrado con muchos informes que Dougall describió como "una tontería total", y otros que, según dijo, parecen creíbles a primera vista y tardan mucho más en filtrarse. Su personal pasó la última semana revisando miles de quejas bien elaboradas que citaban nombres o lugares falsos.
A pesar de los esfuerzos por obstruir la herramienta que habían esbozado en el proyecto de ley, los patrocinadores republicanos, la representante Kera Birkeland y el senador Dan McCay, dijeron que siguen confiando en la línea de información y en la capacidad del auditor para filtrar quejas falsas.
"No es sorprendente que los activistas se tomen el tiempo para enviar informes falsos", dijo Birkeland. "Pero eso no distrae la importancia de la legislación y la protección que brinda a las mujeres en todo Utah", agregó.
La republicana de la ciudad de Morgan había presentado el proyecto de ley como una medida de seguridad para proteger la privacidad de mujeres y niñas sin citar evidencia de amenazas o agresiones por parte de personas transgénero contra ellas.
McCay expresó que no se había dado cuenta de que los activistas eran responsables de inundar la línea de información. El senador de Salt Lake City dijo que no planea cambiar la forma en que se aplica la ley.
Los defensores de los derechos LGBTQ+ también han advertido que la ley y la línea de información que la acompaña otorgan licencia para cuestionar el género de cualquier persona en espacios comunitarios, lo que, según ellos, podría afectar incluso a personas que no son transgénero.
Sus advertencias se amplificaron a principios de este año cuando una miembro de la junta escolar de Utah fue criticada (y luego perdió su candidatura a la reelección) por cuestionar públicamente el género de un jugador de baloncesto de la escuela secundaria que ella asumió erróneamente que era transgénero.
