SALT LAKE CIT, UTAH- La Universidad de Utah se prepara para posibles infecciones creando un plan para que los alumnos tengan acceso rápido y seguro a las pruebas de COVID-19 dentro del campus universitario.
Las autoridades de la universidad se adelantaron a posibles contagios de sus alumnos y cuando vieron que las condiciones no eran las apropiadas para que todos entren sin restricciones al campus decidieron crear el plan “555”.
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El plan “555” consiste en que un alumno que haya dado positivo a COVID-19 debe mantenerse aislado o en casa por un período de 5 días. Al quinto día debe hacerse otro examen para saber si aún es positivo o no; de ser negativo, el estudiante podrá asistir a clases con una cubierta facial ajustada correctamente a su rostro y deberá llevarla de manera obligatoria por otros 5 días más.
Hay quienes creen que esta es la forma responsable para lidiar con Ómicron pues aseguran que hay vacíos estratégicos a la hora de protegerse.
Quienes hayan tenido contacto con algún amigo o familiar que reporto positivo para COVID-19 y sospeche que podría tenerlo, debe buscar una de las 8 estaciones donde les darán pruebas de detección rápidas, pero, como único requisito debe ser alumno activo con una credencial actual de la universidad.
Las autoridades universitarias también dijeron que, es necesario que todos los alumnos que asistan a realizarse las pruebas deben de usar mascarillas y tratar de mantener el distanciamiento social para así evitar posibles contagios. Además, mencionaron que las pruebas de uso personal no solamente las están entregando por orden de llegada pues el alumno debe registrarse con el compromiso de que reporten el resultado.
