SAL LAKE CITY, UTAH- Organizaciones de Utah realizaron un encuentro comunitario para hablar sobre la importancia de educar y mantener seguros a los niños en la búsqueda de justicia contra la violencia armada.
El conversatorio estuvo encabezado por el Centro de Prevención de la Violencia Armada de Utah y detallaron la perspectiva clínica y los hechos que rodean la violencia armada y los pasos hacia una prevención efectiva.
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Los niños y adolescentes del país están muriendo por homicidios y suicidios relacionados con armas de fuego en cantidades récord, según los datos más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
De acuerdo con la base de datos de los CDC, en 2021 se produjeron 2,279 homicidios con armas de fuego en niños y adolescentes de 1 a 18 años, el doble de las muertes registradas una década antes.
Los suicidios por arma de fuego también aumentaron un 11% desde el inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020.
Nancy Holden, director del Centro de Prevención de Violencia Armada de Utah afirma que en el estado tenemos una tasa de suicidio muy alta y que más de la mitad de esos suicidios son un arma.
Vale la pena mencionar también que, según los CDC, las muertes relacionadas con armas de fuego entre los niños aumentaron un 29% entre 2019 y 2020.
Local
Nia Maile, organizadora del encuentro considera que todo empieza con el acceso a las armas ahora mismo es demasiado fácil para los niños poder conseguir armas.
Las armas de fuego han sido la principal causa de muerte en niños y adolescentes desde 2020, según datos de los CDC, superando los accidentes automovilísticos y el cáncer, las muertes relacionadas con armas de fuego representaron casi el 19% de las muertes infantiles en 2021.
El número total de tiroteos masivos también ha aumentado este año, superando sistemáticamente al de años anteriores. en lo que va de 2023 se han producido más de 500 tiroteos, de acuerdo con los datos del Gun Violence Archive.
Cerca de 17 de cada 100,000 niños y adolescentes afroamericanos murieron por disparos en 2021. Eso es casi seis veces la tasa de muerte de niños blancos.
