SALT LAKE CITY, UTAH- En el día mundial del videojuego, es necesario concienciar a la población juvenil del riesgo que supone para la salud física y mental el mal uso de esta actividad.
Hasta hace unos años, los amantes de los videojuegos eran considerados unos freaks, pero en la actualidad, rara es la casa que no tiene al menos una consola de una de las tres grandes marcas más legendarias: Nintendo, Play Station y Xbox.
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La adicción a los videojuegos en los adolescentes se ha convertido en un importante reto para la sociedad.
El uso de las pantallas va en aumento y el mal consumo de juegos de ficción puede generar problemas de salud mental o aislamiento social, entre otros.
Karla Aroyo, psicólogo y doctora en trabajo social, explica: “No. Los videojuegos no pueden cambiar a tus hijos, pero pueden normalizar las situaciones a las que tus hijos se enfrentan. Por ejemplo, un videojuego no enseña a tus hijos a matar, pero puede normalizar el hecho de matar a una persona, normalizar la falta de empatía y el uso de las armas”.
La adicción a los videojuegos es una enfermedad mental reconocida por la Organización Mundial de la Salud. Además, el mal uso de estos dispositivos está asociado a otros problemas de la salud como el sedentarismo o la ansiedad.
“Los juegos que juegan tus hijos tienen que ser congruentes con la ética de tu casa. Si los valores de tu casa es matar gente, pues quizás esto es normal para ti. Yo creo que eso no es un valor normalmente aceptable y creo que ahí es donde papá juega un papel muy importante”, agrega Aroyo.
