Adriana LeBarón cuenta que reportar la masacre no fue suficiente, ya que las autoridades tardaron en llegar después de 7 horas del aviso de la masacre.
La angustia y la desesperación se apoderaban de los miembros de la familia quienes llegaron al lugar primero donde se encontraban los cuerpos quemados y baleados de las madres y sus pequeños.
Adriana cuenta que los sicarios hablaron con los niños, los hombres los sacaron del auto y los dejaron ir.
Los pequeños sobrevivientes vieron como mataron a sus madres y luego caminaron horas para encontrar ayuda.
La bebe de Christina Langford estuvo dentro de la camioneta 8 horas sola llorando hasta que sus familiares llegaron.
No hubo ayuda de las autoridades por muchas horas, Adriana enfatiza la respuesta tardía de las autoridades mexicanas.