Todas las áreas públicas de los edificios de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, incluyendo Temple Square, fueron cerradas al público desde las 5 p.m. del viernes, informó La Primera Presidencia.
La medida, que busca evitar la propagación del coronavirus en Utah, se mantendrá en efecto hasta nuevo aviso e incluye el Centro de Conferencia, el Assembly Hall, el Tabernacle, el centro de visitantes North, las bibliotecas Family History, y Church History, el museo de Historia de La Iglesia, los edificios Relief Society y Church Office, y el Beehive House.
Welfare Square seguirá abierto pero se cancelan los visitas guiadas del público, agregó La Iglesia de Jesucristo en un comunicado de prensa.
La medida ocurre un día después de que anunciaron la suspensión temporal de todas sus reuniones en todo el mundo. Estas suspensiones incluyen conferencias de estaca y liderazgo, reuniones sacramentales y todas las actividades en ramas, barrios y estacas.
Uno de los cambios es no recibir la Santa Cena, una ordenanza sagrada que forma parte del encuentro de todos los domingos. Ahora los obispos deberán consultar con su presidente de estaca para determinar cómo llevarla a sus miembros por lo menos una vez al mes.
Rafael Santos, miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días expresó “más de 40 años tomando la Santa Cena cada domingo y uno espera precisamente esa parte fundamental de la reunión, y ahora que le digan que la Santa Cena se les va a dar cada mes o de pronto no, queda uno cómo wao”.
Miembros de La Iglesia aseguran que a pesar de no poder asistir o realizar ordenanzas sagradas en el templo, ellos cuentan con herramientas de enseñanza en su hogar para darle continuidad a las actividades que se ejecutan los domingos y mantener su fe intacta.
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“Tenemos muchos otros recursos para fortalecernos espiritualmente, tenemos las escrituras, tenemos la oración”, comentó Judith Santos, miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Parte del llamado que hace La Iglesia a sus miembros es realizar videoconferencias para las reuniones que se necesiten establecer.
El mortal virus ha afectado al sector religioso, sobre todo en Utah, donde existe un alto número de miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días que asisten regularmente a las reuniones los domingos para su preparación espiritual.
