SALT LAKE CITY, UTAH-Más de un millón de pastillas del fentanilo han sido incautadas en el estado durante el último año, gracias a los esfuerzos de la Administración para el Control de Drogas (DEA), junto con al Departamento de Seguridad Pública de Utah.
Estas píldoras parecen medicamentos recetados, el cual pueden estar mezcladas con otras drogas, pero en realidad contienen dosis letales del potente opioide.
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Dustin Gillespie, agente especial adjunto a cargo de la DEA en Utah, explica que este tipo de droga está siendo traficada principalmente desde México.
Se transportan a través de la frontera y se distribuyen a estados como Utah, donde luego son se mercadean en redes y socios de carteles en el valle de Salt Lake y en todo el estado.
Para contener el problema del fentanilo, se han implementado patrullajes especializados, equipos de inteligencia antidrogas y campañas de prevención en escuelas.
También se han utilizado nuevas herramientas de rastreo para identificar rutas de distribución.
C. Anderson, oficial de la policía de Salt Lake City, explica que: “una de las cosas que hicimos recientemente fue la llamada Operación Paso Seguro. Fuimos a una escuela primaria llamada Beckman Elementary y recorrimos el sendero del Jordan River antes del inicio de clases para asegurarnos de que los niños llegaran y regresaran de la escuela de manera segura”.
Local
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Utah, las muertes por fentanilo han aumentado drásticamente en los últimos años. En 2023, mas 290 personas murieron por sobredosis de este opioide sintético en el estado.
“Es un problema nacional. Y en la mayoría de las ciudades metropolitanas, si no en todas, afecta a comunidades de todo el mundo. Hemos logrado grandes avances para combatir este problema del fentanilo, utilizando nuestras unidades especializadas para saturar la zona”, dijo Anderson.
La lucha contra el fentanilo debe ser integral: educación, prevención, tratamiento y persecución criminal.
Si usted o alguien que conoce necesita ayuda, puede comunicarse con la línea de prevención de sobredosis (988) o con su departamento de salud local.
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