A pesar de las recientes lluvias en el estado Utah algunos granjeros se las ingenian para mantener a flote sus granjas, en especial a la hora de conseguir alimentos para sus animales.
La sequía ha modificado el plan de trabajo de muchos granjeros debido a que tienen que viajar horas de distancia para conseguir la tan preciada alfalfa que aseguran su precio ha aumentado.
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Esto ha causado que las granjas hagan algunos cambios, entre ellos la manutención de gallinas y hortalizas, una de sus fuentes de alimentos; tomando la iniciativa de soltar a sus caballos en su terreno para que se alimenten de la vegetación y limitando por completo la irrigación para ahorrar agua.
Creig Butters, comisionado de Agricultura en Utah, comenta que muchos piensan que por las recientes lluvias todo volvió a la normalidad, pero la realidad des que “seguimos en aprietos”.
El invierno se acerca y todavía queda mucha alfalfa por almacenar. Apenas queda un solo cultivo para cerrar la cosecha, por lo que Creig asegura viene ayuda en camino ya que, están trabajando en un programa de fondos para agricultores afectados.
