La ley de Utah que prohibía el mandato gubernamental de la vacuna contra el COVID-19 expiró después que la FDA aprobara en su totalidad la vacuna de Pfizer.
Hasta ahora esto permanece en discusión, pero miembros de la legislatura no lo ven como una opción, ya que la aprobación de la FDA ha despejado el camino para que escuelas, universidades e instituciones gubernamentales puedan exigir la vacuna de forma obligatoria.
El Proyecto de ley 308, aprobado a principios de este año por la legislatura de Utah, impide que los gobiernos estatales y locales requieran la vacuna del COVID-19. Eso incluye a colegios, universidades y escuelas públicas.
Pero la ley bloqueó solo los mandatos para las vacunas que han sido aprobadas para uso de emergencia.
Cuando la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) otorgó la autorización completa de la vacuna de Pfizer el lunes, abrió la puerta para que se implementen mandatos de la vacuna, dejando sin efecto la ley 308.
El representante republicano Robert Spendlove, que inicio el Proyecto de ley, al saber que ya expira la medida considera que de igual forma el gobierno no debe exigir que las personas se vacunen, agregando que deberían incentivar a la vacunación sin una orden.
Por ahora no existe ninguna prohibición para que un colegio, universidad, gobierno de la ciudad o distrito escolar requiera que los empleados reciban la vacuna de Pfizer, esta se mantiene solo de emergencia para las edades de 12 a 18 años, al igual que las dosis de las compañías Moderna y Jhonson y Jhonson.
Local
La oficina del gobernador Spencer Cox indicó en un comunicado que no apoya las vacunas exigidas por el estado, pero si respalda el derecho de las empresas privadas a decidir qué es lo mejor para sus negocios y empleados.