El gobernador de Nebraska, Pete Ricketts, expresó su confianza el jueves en las nuevas pruebas de coronavirus que el estado compró a través de un contrato con una pequeña empresa emergente de Utah.
Ricketts dijo que los funcionarios estatales trabajarán para garantizar que las pruebas administradas a través del programa TestNebraska sean precisas para evitar dar un resultado negativo a las personas que tienen síntomas de coronavirus.
"Lo configuraremos y lo verificaremos para asegurarnos de que esté calibrado adecuadamente y probaremos nuestras muestras para asegurarnos de que lo estamos haciendo bien", dijo Ricketts en su conferencia de prensa sobre el coronavirus.
Ricketts anunció la semana pasada que Nebraska pagaría alrededor de $ 27,000,000 a Nomi Health, una compañía de Salt Lake City, por 540,000 pruebas de coronavirus con la esperanza de expandir la capacidad del estado para evaluar a los residentes.
El anuncio se produjo el mismo día en que el gobernador de Iowa, Kim Reynolds, anunció un acuerdo similar con la misma compañía.
Ricketts y Reynolds dijeron también que consultaron con el gobernador de Utah, Gary Herbert que trabajó con Nomi Health.
Ricketts dijo que las pruebas de la compañía serán manejadas y analizadas por expertos de Nebraska.
Nebraska ha visto un aumento de COVID-19 luego de dificultades técnicas con el portal de seguimiento de coronavirus del estado en los últimos días, dijeron funcionarios de salud estatales el miércoles por la noche.
El estado cuenta con 13 nuevas muertes por el virus el miércoles, elevando el total a 68, informó el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Nebraska. Ocho de las muertes fueron en el condado de Hall, el hogar de Grand Island y los casos COVID-19 ya son casi 1,000.
El aumento de las muertes se produjo el mismo día que el gobernador Pete Ricketts reveló planes para aliviar las restricciones de coronavirus en Lincoln y otras partes de Nebraska.
