Se vuelven a encender las alarmas después del fin de semana festivo, donde se dispararon los contagios de COVID-19 superando los 4,000 casos y mil de ellos radican en menores de 12 años.
Después de viajes, eventos públicos y reuniones familiares que ocurrieron durante este feriado, médicos y otros expertos en atención médica mostraron preocupación debido a que el fin de semana largo pueda contribuir a el alza de los números, empeorando la condición en los hospitales.
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Los especialistas en atención médica aseguran que estas cifras generan preocupación para la capacidad en los hospitales, donde en varias oportunidades han tenido que usar la creatividad para mantener el acceso a los pacientes en las Unidades de Cuidados Intensivos.
Uno de los problemas ha sido la dotación del personal de salud para que todos los pacientes puedan recibir los mismos cuidados ante un inminente colapso.
Revelaron que el volumen de pacientes que necesitan acceder a las camas de las unidades de cuidados intensivos alcanzó el 99% este miércoles en la mañana, esto incluye a personas con COVID-19 y con otras enfermedades.
Agregan que desde que comenzó la pandemia hasta ahora no han visto un cambio de comportamiento en la comunidad, ya que son más las personas no vacunas las que deben ser tratadas.
Según el reporte que ofrecen de los habitantes de Utah completamente vacunados, menos del 0.8% han dado positivo por COVID-19, y de eso solo el 0.04% han requerido hospitalización.
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A esto se le suma un acelerado aumento de casos en los menores de 12 años, grupo que aún no puede ser vacunado y que se mantiene bajo constante interacción con el regreso a clases.
Especialistas aseguran que, si esto sigue ocurriendo, el impacto también lo sentirán los pacientes que tienen comprometida su salud ya sea por COVID-19 u otra enfermedad, ya que no podrán recibir una atención inmediata al momento de acudir a un hospital.
