La epidemióloga del estado de Utah, Angela Dunn, quien ayudó al estado a superar la pandemia de COVID-19, dejará su trabajo para hacerse cargo del Departamento de Salud del condado Salt Lake, anunciaron las autoridades el martes.
Dunn era funcionario de salud pública poco conocida antes de la pandemia y fue empujada a la posición vital de ayudar a trazar la estrategia del estado para hacer frente a una pandemia que ha matado a 2,174 personas en Utah.
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Se convirtió en un nombre familiar y un rostro reconocible en el estado mientras hablaba en reuniones informativas semanales televisadas, instando repetidamente a los residentes a usar máscaras y practicar el distanciamiento social. Dunn a veces intercalaba humor y brevedad para aligerar el estado de ánimo durante el tiempo de crisis, ganándose su respeto y admiradores generalizados.
Pero su nueva prominencia la convirtió en un objetivo para las personas descontentas con las restricciones estatales sobre las empresas y los mandatos de uso de mascarilla. En octubre, manifestantes anti-máscaras se reunieron frente a la casa de Dunn después de que se filtrara su información personal en línea.
"Me ha cobrado un precio muy alto a mi familia y a mí", dijo Dunn después de la protesta durante una de sus sesiones informativas semanales sobre el COVID-19. "Creo que es realmente desafortunado que vivamos en un estado donde la gente siente que está bien acosar a los funcionarios públicos".
Luego, el exgobernador Gary Herbert, denunció la protesta y dijo que la policía protegería a los funcionarios de salud pública.
A medida que aumentaron los casos en Utah en junio, Dunn advirtió a los líderes estatales en un memorando privado que se hizo público que podrían necesitar restablecer algunas restricciones que se habían levantado el mes anterior para evitar que los hospitales se quedaran sin camas de cuidados intensivos.
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Herbert dijo en ese momento que apreciaba el análisis y compartía las preocupaciones de Dunn sobre el aumento de la propagación. Pero no cambió las restricciones del estado y mantuvo su postura de que el crecimiento económico podría ocurrir en medio de las restricciones existentes que también mantendrían a las personas seguras.
El Departamento de Salud de Utah dijo en un comunicado en respuesta a la partida de Dunn que estaba triste de verla ir y agradeció a Dunn por su servicio, y agregó que la agencia está feliz de trabajar con ella en su función de dirigir el departamento de salud del condado de Salt Lake.
"Es difícil exagerar las contribuciones que realmente salvan vidas que el Dr. Dunn ha hecho a la respuesta al COVID-19 de Utah", dijo el portavoz del departamento de salud estatal Tom Hudachko en un comunicado. "Ya sea por su voz firme en el podio de la rueda de prensa o su liderazgo capaz en la mesa donde se toman las decisiones, la Dra. Dunn siempre fue una defensora de la salud y el bienestar de los residentes de Utah".
Dunn había trabajado para el estado desde 2014 cuando se unió a la agencia en una asignación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU como oficial del servicio de inteligencia epidémica. Se convirtió en epidemióloga estatal en 2018 y su salario en 2020 fue de $ 239,000, según los registros estatales.
Los funcionarios del condado no revelaron cuál será el salario de Dunn cuando comience el 1 de junio, pero reemplaza a Gary Edwards, quien ganó casi $ 184,000 en 2020.
“Estamos encantados de dar la bienvenida al Dr. Dunn al condado de Salt Lake en este papel fundamental en este momento histórico”, dijo Jenny Wilson, alcaldesa del condado de Salt Lake. "Dr. Dunn es un nombre familiar debido a su fortaleza y experiencia demostrada en el estado durante COVID, pero está igualmente informada y comprometida con todos los aspectos de la salud pública”.
