Lynne Roberts, entrenadora del equipo de baloncesto femenino de la Universidad de Utah, reveló el lunes en rueda de prensa que su selección se vio obligada a cambiar de hotel debido a "crímenes de odio racial" en contra de sus jugadoras, mientras se hospedaban en Idaho para el torneo de la NCAA.
"El racismo es real, ocurre y es horrible", expresó Roberts a los periodistas, acotando que: "Para nuestros jugadores, ya sean blancos, negros, verdes o lo que sea, nadie sabía cómo manejarlo".
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La entrenadora también comentó que el equipo experimentó múltiples incidentes mientras se hospedaba en un hotel en Coeur d’Alene, Idaho, a unas 30 millas al este de Spokane, Washington, donde iban a jugar contra la Universidad Gonzaga. Y aclaró que se hospedaban ahí debido a la falta de disponibilidad de hoteles en Spokane durante el torneo.
“En nuestro mundo, en el atletismo y en los entornos universitarios, es impactante. Hay tanta diversidad en un campus universitario y, por lo tanto, no estás expuesto a eso muy a menudo", dijo Roberts. "Y fue realmente perturbador", puntualizó.
Así mismo añadió: "Que nuestros jugadores y personal no se sientan seguros en un ambiente de torneo de la NCAA, es un desastre".
Aunque Roberts no dio más detalles sobre los incidentes que llevaron al cambio de hotel, enfatizó que tanto la NCAA y Gonzaga ayudaron a trasladar el equipo a otro hotel más cercano a Spokane.
Por su parte la Universidad Gonzaga emitió un comunicado sobre la situación, precisando que; “el discurso de odio en cualquier forma es repugnante, vergonzoso y nunca debe tolerarse. Trabajamos duro para asegurar la oportunidad de servir como institución anfitriona, y nuestra primera prioridad es y debe ser la seguridad y el bienestar de todos los estudiantes-atletas, entrenadores, familias y personal de apoyo”.
