SALT LAKE CITY, UTAH- La familia de Gaby Ramos, quien fue asesinada supuestamente a manos de su exnovio, denunciaron la respuesta tardía de las autoridades cuando realizaron la llamada al 911 la noche del homicidio.
“No lo podía creer, porque hubieran llegado ellos unos minutos antes, por lo menos lo hubiesen agarrado, porque él todavía se esperó”, dijo Rocío Sifuentes, hermana de la locutora Gaby Ramos.
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Fue una llamada de emergencia prácticamente en vano para la hermana de Ramos y su esposo Juan Hernández, confiando en que la policía de Taylorsville llegaría rápidamente la primera vez que Manuel Burciaga Perea, les tocó la puerta desarmada, a eso de la 1:14 a.m.
“Ni si quiera se tomaron el tiempo de venir la primera vez que ella les habló y te estoy hablando de 15 a 20 minutos, y todavía regresó”, dijo Hernández.
Desde la casa de la familia Sifuentes en Taylorsville hasta el lugar donde residía el sospechoso, en West Jordan, toma un poco menos de 20 minutos ida y vuelta, tiempo que usó para regresar armado.
“Desde el principio yo pensé que era el oficial, cuando tocó la puerta, yo creo que tomó aproximadamente 15 minutos desde que colgué y él se fue”, dijo Sifuentes.
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Pero la policía, todavía no había llegado y una segunda llamada al 911 tuvo que ser necesaria.
“Escuché que dijo Rocío ‘who is it’, en inglés y yo dije ya llego la policía. Luego no oí más nada y luego 4 o 5 disparos”, agrega Hernández.
Brady Cottam, jefe de la Policía de Taylorsville dijo que “las prioridades de nuestras llamadas se basan en la información que estamos dando en ese momento. Así que estaban respondiendo en esa ubicación, pero estaban en otras llamadas”.
Hernandez dijo que la locutora aún respiraba cuando llamaron al 911. “Ella todavía estaba respirando, yo me quedé y la levanté un poco, así de la cabeza, esperando a la policía esperando que le dieran auxilio. Yo la estaba viendo que estaba respirando cuando voltee vi que venía el policía y cuando voltea de vuelta, dejó de respirar”.
A la 1:52 a.m., la hermana de Gaby llama a su amigo y abogado Sergio García, en el desespero de no saber ¿qué hacer? Para este momento la policía ya tenía la descripción y placa del vehículo Burciaga Perea, y sus posibles intenciones de cruzar la frontera.
Minutos después de escapar, el sospechoso llamó a Juan Hernández.
“Vi la llamada perdida de él y le dije a la policía me habló y ahí le di toda la información y le dije es de Chihuaha México lo más seguro es que se va a ir a México, y me dijo el detective no, no lo va a lograr”, dijo Hernández.
“Hasta el día de hoy no sabemos exactamente cómo lo hizo, no sabemos cómo cruzó la frontera si cruzó, suponemos que lo hizo, pero ahora no sabemos exactamente los detalles”, dijo el oficial Cottam.
De Utah, a cualquier punto fronterizo es un mínimo de 10 horas y media aproximadamente, sin contar paradas tráfico.
“Nadie quería atraparlo más que nosotros, ya sabes, pero obviamente eso no ocurrió y eso es desagradable” dijo Cottam.
A diario son 20,000 las llamadas telefónicas a las líneas directas de violencia doméstica emitidas en Estados Unidos y la presencia de un arma aumenta el riesgo de homicidio en un 500%.
Hasta el día de hoy el sospechoso continúa prófugo. En México todavía no tiene una orden de arresto y el proceso por parte de agencias federales para su captura podría tardar desde un año hasta incluso, décadas.
