Los brotes de COVID-19 siguen siendo una preocupación para trabajadores de la salud debido a una nueva amenaza de colapso en los hospitales de Utah.
“Una luz a final del túnel”, es lo que proyecta la doctora Franz-O’neal, pediatra del Hospital Intermountain tras ser aprobadas las vacunas de la farmacéutica Pfizer para los menores entre 5 y 11 años.
Sin embargo, hay algunos padres que todavía no están seguros si vacunar a sus hijos, mientras que otros, sienten que, aunque no es la mejor opción, es parte de su responsabilidad civil.
La doctora afirma que cuando la población adulta se empezó a vacunar, los casos disminuyeron drásticamente y al vacunar a estos niños, se espera que suceda igual.
Según el Departamento de Salud de Utah, hoy se reportaron unos 407 casos de niños de edad escolar; que incluyen 98 casos de menores entre 11 y 13 años y 212 casos entre 5 a los 10 años, un brote que ha afectado también a otros pacientes.
“Estamos viendo números de 250 entonces es mucho más que antes”, a lo que la doctora O’neal se refiere a pacientes hospitalizados por COVID-19 y por otras enfermedades respiratorias y, por ende, el hospital retrasó las cirugías que no son de emergencia hasta el 20 de noviembre.
Por otro lado, este viernes la farmacéutica Pfizer dijo que su píldora antiviral experimental podría reducir hasta el 90% en adultos en alto riesgo, algo que la doctora O’neal espera que ayude en la disminución de casos.