El gobernador de Utah, Gary Herbert, dijo el viernes que está "disgustado" después de que alguien disparara a una de las oficinas del Departamento de Salud del Estado y dijo que podría tratarse de un intento de intimidación contra los empleados de salud pública.
Las autoridades dijeron que alguien disparó durante la noche en el edificio ubicado en Millcreek en Salt Lake City con lo que parecía ser una pistola de perdigones. El incidente se registró la noche antes de que el estado informara el viernes su mayor recuento diario de casos de COVID-19.
“Estoy disgustado por los intentos de intimidar a los trabajadores de salud pública”, dijo Herbert en un comunicado. “Atacar a los funcionarios públicos desinteresados que trabajan para mantener nuestras comunidades saludables es cruel y ridículo. Nuestros equipos de seguridad pública continuarán trabajando para proteger la seguridad de quienes trabajan en salud pública”.
Una puerta de vidrio y ventanas dañadas fue el resultado del tiroteo.
El departamento de salud estatal informó el viernes un nuevo récord diario de casos confirmados de coronavirus con otros 2.292 residentes de Utah infectados. Utah también superó el sombrío hito de 600 muertes por coronavirus, solo tres semanas después de superar las 600 muertes.
El estado también emitió una alerta de emergencia en los teléfonos móviles advirtiendo sobre el número récord de casos e instando a los residentes de Utah en áreas de alta transmisión a seguir las órdenes y reglas obligatorias de máscaras que reducen las reuniones sociales a 10 personas o menos.
En la última semana, el promedio de positividad de Utah aumentó del 15,8% al 18,2%, según datos estatales. El promedio semanal de casos nuevos por día ha aumentado de 1,355 a 1,622. Los funcionarios de salud estatales han dicho que una tasa de positividad tan alta indica que el número de infecciones es mucho mayor.
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Herbert dijo que la gente no debería "volverse insensible" a estos números y al terrible impacto que tendrán en los infectados y sus familias. Dijo que solo los nuevos casos del jueves probablemente resultarán en 115 hospitalizaciones y 11 muertes según las tasas de hospitalización y mortalidad de Utah.
"Esto causará una tensión cada vez mayor en nuestros profesionales médicos, que ya están sobrecargados de trabajo, y dejará a más familias con una silla vacía en la mesa", escribió Herbert en un comunicado. "Y eso sin mencionar los efectos a largo plazo que enfrentarán muchos más de estos habitantes de Utah, incluso mientras se recuperan".
Estos números de casos récord se producen un día después de que Herbert y otros funcionarios estatales advirtieron que los hospitales de Utah podrían necesitar pronto implementar protocolos de atención de crisis porque "no pueden mantenerse al día" con el reciente aumento del coronavirus.
El tiroteo se produce después de las manifestaciones contra las máscaras en todo el estado, incluidas dos protestas que ocurrieron fuera de la casa de la Dra. Angela Dunn, epidemióloga estatal el jueves. El vicegobernador Spencer Cox dijo en las redes sociales que la casa de otro empleado de salud estatal también fue atacada, pero no los identificó.
"No está claro qué relación hay, si es que existe alguna, entre este incidente y las protestas recientes en las casas de los funcionarios de salud pública", dijo la portavoz del departamento de salud estatal Charla Haley.
