El tiroteo de la policía que hirió a un niño con autismo de 13 años en Salt Lake City está revelando deficiencias en la forma en que los agentes responden a una crisis de salud mental, dijo un grupo de defensa el miércoles.
Se están planteando preguntas similares en Rochester, Nueva York, luego de la muerte de un hombre negro cuyo hermano llamó a la policía por su comportamiento inusual poco después de una evaluación de salud mental.
En Utah, el niño sobrevivió con heridas graves. Su madre, Golda Barton, dijo que llamó al 911 el viernes por la noche porque él estaba teniendo una crisis y necesitaba la ayuda de un oficial de intervención.
Los oficiales de Salt Lake City que llegaron no eran especialistas en intervención en crisis, pero tenían algo de capacitación en salud mental, y terminaron disparándole al niño cuando se escapó porque creían que el menor tenía un arma, dijeron las autoridades.
Un oficial capacitado de respuesta en crisis habría manejado la situación de manera diferente evitando gritar o usar sirenas, lo que puede desorientar, dijo Sherri Wittwer, presidenta de la junta de CIT Utah, una organización sin fines de lucro que brinda capacitación en intervención en crisis para las fuerzas del orden.
"Alguien que está en una crisis de salud mental puede tener diferentes comportamientos", dijo Wittwer. "Y es por eso que necesitamos tener oficiales que comprendan las diferentes formas en las que se puede ver".
Algunos departamentos de policía incluso reciben capacitación específicamente sobre cómo comunicarse con personas con autismo, un trastorno del desarrollo que puede involucrar diversos grados de discapacidad social y del lenguaje.
El Departamento de Policía de Salt Lake tiene alrededor de tres oficiales que son especialistas en intervención en crisis, pero no responden a todas las llamadas relacionadas con problemas de salud mental, dijo el detective Michael Ruff, portavoz del departamento. Se mantuvo fiel al modelo del departamento, que incluye dar a cada nuevo recluta 40 horas de capacitación en intervención en crisis en su academia de policía.
“Nos sentimos muy cómodos con el programa que usamos y con las personas que lo están enseñando”, dijo. "Hay más de una forma de recibir capacitación en CIT".
Ruff se negó a decir qué tácticas usaron los oficiales para reducir la situación antes de disparar al niño. El departamento dice que cooperará con múltiples investigaciones.
Pero para Wittwer, el caso es un ejemplo de por qué el estado necesita un programa unificado y consistente. En 2016, la policía de Salt Lake City optó por no participar en la capacitación que brinda su grupo.
"Cuando las personas llaman a un oficial, se encuentran en su estado más vulnerable y necesitan tener confianza en quién vendrá a su puerta", dijo.
Los nombres de los agentes, el video de la cámara corporal y los registros de llamadas al 911 no se han publicado.
Mientras tanto, la madre del niño informó a la policía que su hijo tiene autismo, que estaba desarmado y que no sabía cómo regular su comportamiento.
Barton esperaba que ayudarían a reducir la situación y calmarlo. En cambio, dos agentes que entraron a su casa le dijeron a su hijo que "se tirara al suelo" y le dispararon.
"Es un niño pequeño", dijo Barton. "¿Por qué no lo atacaste? Es un bebe. Tiene problemas mentales".
