La alcaldesa de Salt Lake City, Erin Mendenhall, anunció el miércoles en la tarde la cancelación del toque de queda nocturno que había anunciado desde el 1 de junio hasta el lunes 8 de junio.
El toque de queda comenzó a las 8:00 p.m. del lunes y terminó con el anuncio de la alcaldesa.
“Después de ver el respeto que los manifestantes han mostrado en gran medida el uno al otro, la policía y nuestra ciudad; creo que Salt Lake City está demostrando ser un lugar de paz y progreso”, dijo Mendenhall en un tuit.
La decisión de la alcaldesa de establecer el toque de queda nocturno se había tomado en consulta con el jefe de policía de Salt Lake City, Mike Brown, y el gobernador Gary Herbert.
Las autoridades dijeron que la ciudad se enorgullece de proteger el derecho de las personas a reunirse pacíficamente y protestar como uno de los pilares de la democracia.
También dijeron que todas las reuniones y protestas pacíficas son bienvenidas durante las horas que no sean toque de queda, pero se insta a los asistentes a reunirse en pequeños grupos y tomar precauciones para evitar la propagación de COVID-19.
Durante las horas de toque de queda, las personas no pueden estar en una calle pública o en ningún lugar público con las siguientes excepciones:
• Todos los agentes de la ley, los paramédicos de bomberos u otro personal médico, la Guardia Nacional de Utah, así como cualquier otro personal de respuesta a emergencias autorizado por Salt Lake City y miembros acreditados de los medios de comunicación.
• Individuos que viajan directamente hacia y desde el trabajo; asistir a servicios religiosos; obtener comida; cuidar a un familiar, amigo o animal; viajar directamente hacia y desde el aeropuerto internacional de Salt Lake City; negocios privados, comerciantes y restaurantes; buscar atención médica, huir de circunstancias peligrosas o experimentar la falta de vivienda.
• Cualquier persona a quien se otorgue específicamente el permiso de los funcionarios autorizados de Salt Lake City.
