WASHINGTON— Con el propósito de preservar un frágil acuerdo bipartidista sobre infraestructura, el presidente Joe Biden dijo el sábado que no ha sido su intención insinuar que podría vetar el proyecto de ley por casi $1 billón si el Congreso no aprobaba también un paquete mayor para ampliar la red de seguridad social.
En declaraciones el jueves después de concretar un acuerdo bipartidista como deseaba, Biden pareció ponerlo en peligro con su comentario de que la propuesta sobre infraestructura debía avanzar en “conjunto” con un proyecto más amplio que él y los demócratas pretenden aprobar de acuerdo a las líneas del partido.
Aunque Biden había dejado claro que buscaría un nuevo gasto por $6 billones de dólares para atención infantil, el programa Medicare y otras inversiones, los republicanos expresaron su rechazo a la idea del presidente de que no firmaría uno sin el otro.
¿QUÉ FUE LO QUE DIJO BIDEN?
En un comunicado, Biden recordó que el jueves durante una rueda de prensa dijo que no lo firmaría si no iba vinculado con el paquete de gasto social.
"Esa declaración comprensiblemente enfadó a algunos republicanos que no ven los dos planes vinculados, ellos esperan derrotar el Plan de Familias (paquete de gasto social) y no quieren que su apoyo al plan de infraestructuras sea visto como una ayuda para la aprobación" de la iniciativa de gasto social, indicó el mandatario.
"Mis comentarios también crearon la impresión de que estaba amenazando con un veto a un plan con el que yo estaba de acuerdo, lo que no es ciertamente mi intención", agregó.
La Casa Blanca
LAS DECLARACIONES SUSCITARON CRÍTICAS
Sus declaraciones del jueves suscitaron críticas tanto en las filas conservadoras como entre los demócratas.
Lindsey Graham, de Carolina del Sur, quien tuiteó el viernes “¡No hay acuerdo con extorsión!” Otros se dijeron sorprendidos de lo que describieron como un cambio en lo que entendieron había sido la posición de Biden.
Los republicanos rechazan la idea de que el paquete de gasto social sea aprobado a través del acuerdo bipartidista sobre el plan de infraestructuras y también repulsan que salga adelante a través de un mecanismo llamado "reconciliación", que buscan los progresistas.
Los demócratas cuentan con una ajustada mayoría en el Senado, por lo que se espera que necesiten al menos a diez senadores republicanos para sacar adelante el proyecto de infraestructura.
Las tensiones parecieron calmarse después, cuando los senadores del grupo de negociadores sostuvieran una conferencia virtual, según una persona que solicitó el anonimato para hacer declaraciones sobre una reunión privada.
“Mi esperanza es que aún logremos esto”, afirmó el viernes el senador Rob Portman, el principal negociador republicano, en entrevista con The Associated Press. “Nuestra infraestructura está en mal estado”.