MIAMI, Florida - Anthony Barril conquistó las redes sociales hace unos días luego de que llegara en un carretón de caballo a un McDonald's en la ciudad de Hialeah.
“Todo lo mío ha sido de caballos, todo, desde que nací”, dijo Barril, mientras muestra con orgullo las fotos de cuando cumplió 15 años y en las que se le ve encima de un equino.
“Desde que yo abrí los ojos, todo era caballos, caballos, caballos. No sé, me da una adrenalina”, confiesa el joven.
UN MOMENTO IMPROVISADO QUE SE VOLVIÓ VIRAL
“Estábamos en la calle de un familiar que le estábamos haciendo una fiesta y mi primo me dijo: ‘vamos al McDonald’s’”, cuenta el apasionado por los caballos.
Entonces, se fueron a un McDonald's de Hialeah montando una pequeña carreta tirada por un caballo.
Un cliente grabó un video y, por supuesto, se volvió viral. Pero también generó comentarios con los cuales Anthony no estuvo de acuerdo.
De esa anécdota, salieron “muchas cosas feas, que era un abusador, que estaba trayendo las mañas feas de Cuba para acá”, rememora el joven del que incluso muchos pensaron que recién había llegado de la isla.
QUIÉN ES EL JOVEN
“Pero yo nací aquí” en Estados Unidos, explica Anthony Barril, quien a sus 17 años se siente orgulloso de sus raíces, de sus pasión por estos animales y de lo que hace por ellos.
“Yo compro muchos caballos porque están muy flacos. La gente no les da comida y entonces yo los compro”, confiesa el joven que le da a los animales una nueva esperanza de vida.
Caramelo es uno de los caballos rescatados por Anthony Barril, y en nada se parece a como llegó a sus manos hace unos meses atrás.
El joven dice que se siente feliz cuando otras personas también pueden montar sus caballos, los atiende después de la escuela y asegura que son unos consentidos. De eso no hay dudas.
Anthony Barril cuenta que cuando encuentra un nuevo animal lo primero que hace “es que los desparasito, (le doy) su hierba, su pienso, siempre están garantizados, y les doy sueros con vitaminas”.
En el poco tiempo libre que le queda, Anthony Barril forma parte de un equipo que se llaman Team Cachirulo, donde todos comparten la misma pasión por los caballos.
Ante la pregunta de cuál es su sueño, el joven confiesa que “desea tener un rancho lleno de caballos, los que quepan”.