LOS ÁNGELES - Danny Villalobos, de 32 años, fue apuñalado el 3 de marzo en las afueras de Valley Food Liquor, solo cinco horas después y a 1.6 millas de distancia de otro apuñalamiento que dejó muerto a Xavier Chavarín, de 17 años, en el vecindario de El Sereno en Los Ángeles.
“Todo pasó muy rápido”, dijo Villalobos a Telemundo 52 en una entrevista en su casa. “Estaba alistándome para ir al trabajo cuando abrí la puerta de mi camioneta, oí unos pasos atrás de mí y cuando volteé yo, ya tenía un cuchillo en mi estómago”, narró.
Villalobos luchó con el sospechoso, pensando en sus tres hijos, de 6, 8 y 10 años.
“Estaba pensando en estar vivo para mis hijos y que tenía que mantener mi sangre en mi cuerpo para no morirme”, recordó.
Sin embargo aún no se ha recuperado por completo de lo que dijo que fueron seis puñaladas: tres en el estómago, dos en el pecho y una en la espalda.
“Yo creo que me hubiera matado si yo no hubiera hecho nada”, dijo Villalobos. “De hecho todavía tengo muchos moretones de todo lo que tuve que pelear con él”, indicó.
EEUU
Esa noche, recordó, estaba preparando sus cosas frente a su camioneta cerca de Valley Food Liquor.
El camión estaba encendido y él se encontraba a punto de subirse cuando escuchó pasos detrás de él, según narró. Villalobos, dijo, se dio la vuelta, pero fue entonces cuando el supuesto atacante, identificado por la policía como David Anthony Zapata, de 32 años, presuntamente lo apuñaló en el estómago.
“Me caí al piso porque me estaba cayendo mucha sangre”, contó Villalobos. “Cuando se me dejó venir con el cuchillo en frente, yo lo empujé con mis dos piernas y voló, voló pa’ atrás y cayó. Fue el tiempo que me dio para poder correr porque no había luz ahí”, explicó.
Unas horas antes, ese mismo sospechoso presuntamente había apuñalado mortalmente a Chavarín, un joven estudiante de 17 años que esperaba a que su familia lo recogiera en una intersección de El Sereno.
“Lo siento mucho por la primera víctima que no corrió con la misma suerte que yo”, dijo Villalobos. “Es algo que me duele mucho, que un niño tenga que pasar por esto. Nadie debería pasar por esto”, indicó.
Villalobos no puede caminar distancias largas pero tiene el apoyo incondicional de sus esposa. Las seis heridas le han dejado bastantes secuelas.
“Tengo todo mi estómago abierto”, aseguró. “Pues, obviamente no he podido trabajar. Estoy batallando, mi vida ya no es la misma. Mi organismo no está trabajando tan rápido.Tengo que comer cada dos horas poquito”, agregó.
Aunque Zapata supuestamente escapó, fue arrestado unos días después bajo cargos de homicidio e intento de homicidio.
“Me sentí muy bien cuando lo agarraron porque no va a herir a otra persona”, dijo Villalobos. “Pero también a veces me doy cuenta que ya lo habían dejado ir una vez. Yo no sé, ojalá se haga justicia para todos”, expresó.
La policía sigue buscando a una segunda persona involucrada en este caso, identificada como el conductor que dejó a Zapata en el lugar donde presuntamente apuñaló a su primera víctima. Este joven, a diferencia de Villalobos, no vivió para contar su historia.
Alex Rozier, Jonathan Lloyd y Rudy Chinchilla, de la estación hermana NBC4, contribuyeron con la elaboración de este artículo.