Quito.- El suizo Roger Federer fue ovacionado el domingo por sus seguidores en la ciudadela Mitad del Mundo, muy cerca de la capital ecuatoriana, donde literalmente jugó con el alemán Alexander Zverev en una "mini-cancha" adecuada en la misma línea ecuatorial, que divide al planeta en dos hemisferios.
Federer, acompañado de Zverev, realiza una corta gira por países latinoamericanos que ha incluido partidos de exhibición en Argentina, Chile y México.
El suizo y el alemán, que también disputarán un partido de exhibición en el coliseo "Rumiñahui" de Quito, llegaron a la capital ecuatoriana y visitaron en la mañana la ciudadela Mitad del Mundo, donde se encuentra el majestuoso monumento a la línea ecuatorial.
Allí, varias empresas de auspicio y el Municipio de Quito instalaron una pequeña cancha de tenis, donde Federer y Zverev juguetearon con raquetas y una pelota, ante el delirio de cientos de aficionados que acudieron a ese sitio para estar cerca del astro suizo.
"Olé, olé, olé, Roger, Roger", corearon los seguidores ante el divertido juego de ambos en la pequeña área verde, detrás de la cual se levantaba el portentoso monumento a la Mitad del Mundo. Una nube de periodistas inundó el lugar para retratar a los tenistas que, no sólo derrocharon el virtuosismo de su técnica sino, sobre todo, carisma y sencillez.
Niños vestidos de blanco y mujeres con atuendos típicos de una comunidad indígena de los Andes ecuatorianos, acompañaron el recorrido de los tenistas por la ciudadela.
Con el ya retirado tenista ecuatoriano Nicolás Lapentti como maestro de la ceremonia y acompañados del alcalde de Quito, Jorge Yunda, Roger Federer y Alxander "Sascha" Zverev ofrecieron una amena rueda de prensa, aunque fueron más los gestos de contacto con la afición lo que dejó en evidencia la personalidad de ambos.
En una gran carpa instalada a un costado del monumento, los dos tenistas respondieron a la prensa en la Mitad del Mundo, el sitio de "la Latitud Cero, el sitio más cercano al sol", según señaló el alcalde Yunda al dar la bienvenida a Federer y Zverev.
Yunda también entregó las "Llaves de la ciudad" a Federer y anunció que un árbol que se sembrará en la ciudadela será bautizado con el nombre del tenista alemán.
"Al mejor tenista de todos los tiempos lo tenemos frente a todos nosotros", dijo Lapentti al presentar a Federer en la rueda de prensa, en la que el suizo dijo estar emocionado por tener las "Llaves de la ciudad", lo que le da ánimo para volver.
El suizo de 38 años de edad dijo que desde que juega tenis jamás ha visto tanta gente reunida en un escenario con el entusiasmo que observó el sábado en su partido de exhibición en México. En la plaza de Toros de la capital mexicana, Federer venció a Zverev (3-6, 6-4 y 6-2) en un partido de exhibición ante 42,517 aficionados, récord mundial para un partido de tenis.
Federer agradeció el gesto de los fanáticos ecuatorianos que le fueron a recibir en la Mitad del Mundo, pero reconoció que ese afecto también lo notó en los otros países que visitó en la gira latinoamericana como Chile y Argentina, así como en Colombia, aunque allí no jugó.
De su lado, el alemán destacó que esta mañana, cuando llegaban desde México a Quito, vio en la ventanilla del avión salir el sol por entre las montañas andinas, lo que le dejó una primera gran impresión del país.
Dijo que no lo pensó tanto para decidir acompañar a Federer en este viaje inolvidable, donde ha podido constatar la aceptación que tiene el suizo entre sus seguidores por la sencillez de su personalidad.
Más tarde el domingo, Federer dio una divertida cátedra de tenis al vencer 6-3 y 6-4 a Zverev, en un partido de exhibición que disputaron en el coliseo "Rumiñahui" de la capital de Ecuador.
Al grito de "Olé, olé, olé, Roger, Roger", a veces replicado por el "olé, olé, olé, Sascha, Sascha" -de aliento al alemán-, Federer hizo ver la magia de su raqueta ante un público totalmente entregado y que disfrutó de un espectáculo con el que los dos tenistas concluyeron una corta gira latinoamericana.
Ante unos 15,000 espectadores que, según los organizadores, llegaron al coliseo capitalino, Federer comenzó con el servicio que fue roto por Zverev, para llevarse el primer juego del set inicial, aunque de inmediato el suizo replicó para empatarlo.
El alemán, no obstante, pareció padecer con mucho más rigor los efectos de la altura de Quito, una ciudad andina situada a 9,350 pies (2,850 metros) sobre el nivel del mar, y que aparentemente afectó al temible saque de Zverev.
Fernando Arroyo León