Un grupo de 70 misioneros de tiempo completo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días están a salvo tras sufrir un asalto a mano armada durante su participación en una conferencia en la ciudad de Torreón, en el norte de México.
Sam Penrod, portavoz de la Iglesia, relató que el viernes dos hombres armados irrumpieron en el centro de reuniones de esa comunidad y exigieron los teléfonos, tabletas y billeteras a las personas congregadas ahí.
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“Los ladrones intimidaron a las 13 hermanas y 57 élders, y algunos fueron golpeados o pateados durante el incidente”, dijo Penrod en un comunicado a medios. “El presidente de la misión y su esposa también fueron agredidos y amenazados con un cuchillo”.
Apenas los delincuentes huyeron del lugar, llamaron a la policía local y, por fortuna, nadie necesitó atención médica adicional.
Un consejero de la Iglesia viaja desde Ciudad de México a Torreón, una de las ciudades del estado norteño de Coahuila, para apoyar en las necesidades emocionales de los afectados, a quienes también se ofrecen otras alternativas de asesoramiento.
Penrod dijo que la Iglesia se ha comunicado con padres de los misioneros, a quienes se les ha animado a que se comuniquen con sus familias.
Además, indicó que el grupo fue trasladado del sitio donde ocurrió el incidente y se les ha pedido que sean más cautelosos.
Un oficial de la Iglesia también viajó a Torreón para evaluar lo ocurrido y determinar acciones a seguir tras la “experiencia aterradora y traumática” que vivieron ahí.
